martes, 15 de julio de 2008

ALEGRIA NÃO TEM FIN

Rezaba la leyenda en portugués “Alegria não tem fin” sobre las camisetas especiales del 33º Campeonato, recién conseguido. Es que la alegría contenida del pueblo millonario se había hecho esperar demasiado, y estalló con el sufrimiento habitual de los perseverantes y triunfadores. River ya había realizado su labor: ganar su partido por 2 a 1 ante Olimpo y restaba que Colón le diera una manito. El conjunto santafesino le empató a Estudiantes y el Monumental se tiñó de fiesta, una vez más, después de cuatro años que parecieron ser cuatro lustros, para un pueblo tan amigo de las conmemoraciones a mitad o fin de año.

Los jugadores tuvieron su premio merecido, merecidísimo, después de tanto esfuerzo, tanto trajinar. Llegó el desahogo tras el pitazo de Héctor Baldassi en el estadio Ciudad de La Plata y la fiesta se desató en Núñez. Y vino la vuelta olímpica, y Ariel Ortega, ese ídolo perpetuo que tiene nuestra institución, levantó el trofeo y todo el plantel, junto al Cuerpo Técnico, pudo gritar campeón. Pero este fue el desenlace de un trabajo bien formado, alimentado día a día y que tuvo a varios intérpretes como principales responsables del nuevo logro.


La llegada del nuevo técnico Ganador
Así se lo podría definir con una sola palabra al entrenador riverplatense. Sus títulos como jugador lo avalaban y el que había obtenido en 2006 con Estudiantes, ya del otro lado de la línea de cal, dando órdenes, arengando a sus discípulos, lo ubicaban como un director técnico a respetar, con un presente cautivador y un futuro aún mejor. Diego Pablo Simeone asumía en diciembre de 2007, tras la renuncia de Daniel Passarella y el interinato de Jorge Gordillo, y junto a sus colaboradores, con Nelson Vivas a la cabeza, se encargaron rápidamente de lavarles la cabeza a los futbolistas.
Justamente Passarella, el día de su salida, había vaticinado buenos augurios para el porvenir del fútbol del club y había dicho que iba a festejar muchos títulos en el futuro, porque veía un muy buen plantel, con buenos jugadores. Pero volvamos a Simeone, quien agarraba el timón de un barco que necesitaba enderezarse con urgencia porque el hincha, sobre todo el público, estaba necesitado de títulos.
Pasó el verano con un título incluido, con la cinta de capitán a Ortega, y con la llegada de los goles de Sebastián Abreu, ese trotamundos uruguayo, del defensor Gustavo Cabral y del volante Rodrigo Archubi. Además de las buenas nuevas de que Juan Pablo Carrizo y el chileno Alexis Sánchez iban a permanecer durante el primer semestre del 2008 en el club. Con la base que finalizó el año anterior, más los refuerzos y las ansias por conseguir los objetivos en vista, River salió en busca de todo, con pocos días de trabajo pero con mucho corazón para ofrecer.



Arranque esperanzador
Imprescindible es empezar con el pie derecho cualquier periplo que uno se dispone a recorrer. Por eso fue importante ese arranque esperanzador que tuvo nuestro equipo aquel 10 de febrero en el estadio Monumental. El fixture indicaba que los jujeños de Gimnasia debían asistir a nuestra cancha, y los recibimos con una victoria que, lejos de ser contundente, fue precisa, necesaria. “Lo pateás al palo del arquero o lo pateo yo”, le sentenció el capitán Ortega al zurdo Matías Abelairas, quien por suerte le hizo caso, y estampó el uno a cero de tiro libre, a poco de comenzado el segundo acto. Un cabezazo de Paulo Ferrari cerró el partido. ¿El dibujo táctico? El que más le gusta al entrenador: 4-2-3-1. No había llegado la habilitación de Abreu y Radamel Falcao García fue el único punta. Detrás de él se movieron Ortega, Alexis Sánchez y Mauro Rosales.
A los pocos días comenzó la andanza en la Copa Santander Libertadores. Un duro cachetazo en Perú, ante el desconocido Universidad San Martín de Porres hizo tambalear el barco antes de tiempo. Luego se viajó a Rosario para medirse al siempre complicado Newell´s Old Boys de Caruso Lombardi, que venía de lograr un gran triunfo en el Nuevo Gasómetro ante San Lorenzo de Almagro.

Un ex Central como Cristian Villagra tuvo el triunfo en su botín derecho, pero su remate dio contra el palo del arco defendido por el paraguayo Justo Villar. Debutó Abreu y comenzó a erguirse una gran figura en el que sería el futuro campeón: Juan Pablo Carrizo, su arquero. Figura de la cancha, volvió a mantener el cero en su valla y se hizo gigante para los delanteros ajenos, quienes se achicaban cada vez que tenían que enfrentarlo.
El 24 de febrero llegaron al Monumental Ramón Díaz y su banda de ex jugadores del club. San Lorenzo, con Andrés D´Alessandro, Cristian Tula, Juan Carlos Menseguez y Diego Placente como titulares, venía de un arranque pésimo en el torneo local y agudizó sus desgracias en el Vespucio Liberti. Falcao García de cabeza y Abelairas con un toque de zurda determinaron el dos a cero final, en un cotejo que debía ganarse sí o sí. Es que la premisa era tan vieja como conocida: para salir campeón, hay que hacerse imbatible en tu terreno. Y River terminó invicto y victorioso en su feudo.
El arranque ganador terminó con la visita de los sanjuaninos de San Martín a Buenos Aires. Un partido fragmentado por culpa de un temporal que azotó la Capital Federal aquel 2 de marzo obligó a que el juez Gabriel Brazenas suspendiera la función a poco para el final. El 3 a 2 (con goles de Abreu, Diego Buonanotte y Cristian Nasuti) parecía irrevocable. Sin embargo, se disputaron los minutos restantes, con un sol radiante arriba, diecisiete días más tarde y por fin, se cantó victoria.





Algunas dudas en el camino
Un rival al que nunca se le pudo ganar en el Ciudad de La Plata es Estudiantes, animador asiduo de las últimas temporadas del fútbol casero. Conducido por Néstor Sensini fuera del campo y por Juan Sebastián Verón dentro, mereció quedarse con los tres puntos el 9 de marzo. Sin embargo, otra perfecta actuación de Carrizo, con valla invicta incluida, le permitió a nuestro elenco rescatar un punto de oro. Cabral fue expulsado a diez para el final por el juez Sergio Pezzotta. Por su parte, Ortega, capitán del team, dio su primera gran función del campeonato. Fue, por varios cuerpos, el mejor jugador de campo del equipo del Cholo.
Siete días más tarde, el necesitadísimo Racing Club de Avellaneda pisaba el verde césped del Bajo Belgrano con un único fin: no irse perdedor, como casi siempre que le tocó jugar contra River lejos del Cilindro. Hubo varias malas noticias en aquella sexta fecha. Primero y principal, el resultado: el único empate de nuestra escuadra a lo largo de todo el torneo en condición de local. Todos los demás partidos los ganó en su casa. Pero también lo que dolió fue perder al Burrito Ortega por una lesión, que lo dejaría fuera de las canchas por varias fechas. Mauro Rosales, a poco para el cierre, tuvo el triunfo en sus pies, pero su derechazo, tras rebotar en el arquero Hilario Navarro, le dio un besito al travesaño y se perdió la chance de sumar de a tres nuevamente. Seis puntos en juego y sólo dos obtenidos ponían algunas dudas en el camino hacia el nuevo título.


Racha ganadora
Después de las piedras que hubo que sortear llegó la racha ganadora. Ésa que determinó que nuestro equipo sería un fiel animador del certamen. Cuatro triunfos, doce puntos y el respeto de todos. “Ojo con River”, habrán dicho voces ajenas mientras los hinchas se hacían la cabeza con una nueva vuelta olímpica. Vélez en Liniers, con todo lo que implica el Fortín, siempre es un muy duro escollo. Pero en tan sólo dos minutos, a los 8 y a los 10 del primer tiempo, los goles importados de Sudamérica (el chileno Sánchez y el colombiano Falcao García) resolvieron el pleito prontamente. Carrizo volvió a responder cuando fue llamado a hacerlo y se logró el primer triunfo lejos de casa ante un elenco que venía en alza. Con el Monumental en jaque por hechos de violencia, el mismo José Amalfitani fue el escenario en el que nuestro cuadro actuó como local en la octava jornada. El debut de Archubi en las redes ajenas (había reemplazado al lesionado Rosales) fue suficiente para los de Alfaro, quienes terminaron chocando contra esa pared inquebrantable que fue Carrizo, nuevamente con la valla en cero. Inmenso lo del portero santafesino.




Lanús, el campeón de ese momento del fútbol argentino, no venía cumpliendo una buena campaña, ya que priorizó la Copa Libertadores. Sin embargo, ante River, el coach Ramón Cabrero puso a los titulares. Buonanotte se hizo gigante con una definición magistral a los 23 del segundo tiempo y anotó el que sería el único tanto del partido. Diez minutos más tarde, el descomunal Carrizo le tapó un penal a José Sand para que la faena fuera completa.

Y para coronar la serie de triunfos en racha, otro gran equipo del torneo anterior, de hecho terminó segundo por detrás de Lanús, era el Tigre de Diego Cagna. Vino al Monumental sólo cubierto en sus plateas, debido a una sanción impuesta por la AFA. Un cabezazo de Falcao García bastó para que River siguiera en la punta del certamen.





De caídas y resurrecciones
Ya había transcurrido más de la mitad del torneo, y salvo los empates ante Estudiantes y Racing, no se habían generado muchas dudas en cuanto a los resultados. Sí se seguía buscando la mejor línea de juego. Además, el jujeño Ortega continuaba lesionado y al equipo le faltaba ese líder natural en donde apoyarse cuando las papas quemaban, y las cosas no salían.

Y llegó el primer tropiezo en la era Simeone por el torneo local. Fue en el Gigante de Arroyito ante otro hambriento rival: el Rosario Central de Leonardo Madelón, que buscaba zafar de la Promoción. El tanto de Buonanotte abrió la ilusión. Pero dos desconcentraciones les permitieron a Zelaya, primero, y a Martín Arzuaga, después, cambiar el destino de un partido complicado. Una buena: Ortega volvía a jugar después de mucho tiempo parado.

¿Cómo reaccionaría River ante el primer traspié del campeonato? ¡Con cuatro goles! Argentinos, casi imbatible en su casa, pero tímido lejos de La Paternal, molestó bastante en Núñez pero no tuvo la suficiente chapa como para robarle, al menos, un punto a los conducidos por Simeone. Cuatro a dos final, con un gran Ortega ingresando en el arranque del segundo acto, y con un Buonanotte que empezaba a ser definitivamente decisivo por juego y goles, para enderezar el rumbo de un barco que seguía viento en popa.

La derrota en La Bombonera y la eliminación copera a manos de San Lorenzo en los primeros días de mayo parecieron calcinar el club. La tristeza por la increíble e insólita salida del certamen continental sólo podía ser evadida con la obtención del Clausura. Por eso, era indispensable ver cómo reaccionaría el equipo ante Gimnasia de La Plata, por la fecha 14 en el Liberti. Por eso se necesitaba absolutamente pasar de la caída a la resurrección y que Ortega fuera Ortega nuevamente, que Buonanotte terminase de explotar y que aparecieran otros intérpretes para facilitar el asunto.

El primer tiempo ante el conjunto platense fue un verdadero bochorno. La derrota parcial de dos a uno no tenía mucho que ver con el desarrollo del cotejo. Por eso, el imperioso ingreso de Ortega, el lavado de cara por parte del técnico: “Le dije a los defensores que si no permitían más goles en contra, el partido lo ganábamos”, dijo más tarde Simeone, y las apariciones fugaces de Abelairas y Buonanotte devolvieron la sonrisa en Núñez, al menos, temporalmente. Fue 4 a 2 y a seguir sumando.



Desenlace feliz con el dúo talentoso
La recta final no fue para nada sencilla. Por el contrario, se trató de un epílogo no apto para cardíacos. Independiente, todavía con chances de pelear por la gloria, recibió al millonario en la 15ª jornada en el Cilindro de Avellaneda, mientras refaccionaba su nuevo escenario. Oscar Ahumada cambió los insultos por una gran actuación y Ortega, nuevamente desde el banco, demostró que debía ser titular. Un cero a cero importante, a pesar de que la punta, ahora, le pertenecía al Estudiantes de Verón y compañía.

Cuando llegó Huracán a Núñez, todavía con los fantasmas de Derlis Soto sobrevolando, no había otra opción que ganar. Fue el sábado 24 de mayo, un día antes del aniversario 107º del club, y un día antes de que jugaran Estudiantes e Independiente en la ciudad de las diagonales. La camiseta violeta que lució River tuvo un feliz estreno. Hubo que sudar la gota gorda antes, claro, como siempre. Hubo que aguardar el ingreso del mago Ortega en el entretiempo, que éste dejara atrás a varios rivales y finalmente, habilitase con sutileza a Buonanotte, para el zurdazo goleador del chiquitín mediapunta. Delirio en Núñez por treparse de nuevo a la cima y esperar que Independiente le saque algo a Estudiantes (fue uno por uno en La Plata y todos felices).




A Santa Fe se viajó con la ilusión de quedar como únicos punteros. Era difícil, muy brava la parada, ante otro necesitado. El equipo de Antonio Mohamed inquietó en el primer tiempo, aprovechando el hombre de más tras la expulsión de Leonardo Ponzio. Pero nuevamente, llamado a ser el conductor del conjunto, Ortega ensayó otra jugada histórica, de esas que quedan archivadas en el tiempo. El pase de zurda, eficaz, inesperado y punzante para la entrada sorpresiva y goleadora de Cristian Villagra fue una obra de arte. La definición del lateral también. Toquecito de calidad, por encima del arquero Blázquez, para ganarse un lugar en el corazón de los hinchas. Apareció cuando debía hacerlo. Un festejo loco se desató en el banco. Más aún cuando el chileno Sánchez puso el segundo. Después llegó el descuento y el aguante de siempre de J.P. Carrizo debajo de los tres palos para quedar como únicos punteros. Estaba a la vuelta de la esquina el título, cuando se confirmó el empate entre Huracán y Estudiantes. River 37, Estudiantes 35 y seis por jugarse.




El 8 de junio quedará grabado como una fecha de festejos, de consagraciones. Como el día en el cual se obtuvo campeonato número 33 de la institución más laureada, por mucho, del fútbol criollo. Llegaba Olimpo a Núñez y se estimaba una eventual vuelta olímpica.





Tenía que empatarle Colón a Estudiantes y River vencer a los once de Daniel Florit. La historia es ultra, archiconocida por todos y será difícil de olvidar. Dos Buonagolazos, un nuevo pase milimétrico, casi sacándose de encima, con desprecio, la pelota por parte de un enchufadísimo Ortega, y el festejo de más de 60 mil almas que llenaron el estadio.

Una historia que empezó en diciembre del año pasado y que tuvo este 8 de junio un desenlace feliz, para una alegría sin fin. Para festejar con los seres queridos porque se sumó un título más. Para gozarlo como en las demás treinta y dos conquistas anteriores. ¡Salud, campeón!

RIVER TAMBIÉN ARRASÓ EN LAS BOLETERIAS

Como viene ocuriendo últimamente, sea campeón o no en el campo de juego, la gente de River sigue ganando sus campeonatos particulares, que son los de la fidelidad a los colores y la consecuente venta de entradas.

Al título 33 se le sumó el de la pasión del hincha. Una vez más...



Tabla de venta de entradas del Torneo Clausura 2008

1. River Plate: 204.517 boletos
2. Boca Juniors: 155.886 boletos
3. Racing Club: 142.816 boletos
4. Independiente: 133.767 boletos
5. San Lorenzo: 109.631 boletos

LOS AFICHES DEL CAMPEONATO...

Si una imagen dice más que mil palabras, imaginate lo que te pueden llegar a decir estos cuatro afiches juntos.

A gozar y a disfrutar de estos posters...






LOS NÚMEROS DEL CAMPEÓN...


Enterate de las estadísticas colectivas y grupales del más campeón del fútbol argentino. Los goleadores, los que más jugaron y los que más títulos tienen...
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Títulos de AFA
1. River Plate: 33
2. Boca Juniors: 22
3. Independiente: 14
4. San Lorenzo: 10
5. Racing: 7
6. Vélez: 6
7. Newell´s: 5
8. Estudiantes: 4
Rosario Central: 4
9. Argentinos Juniors: 2
Ferro Carril Oeste: 2
10. Chacarita Juniors: 1
Huracán: 1
Quilmes: 1
Lanús: 1
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Estadísticas colectivas
Posición: 1
Puntos: 46
Partidos jugados: 19
Partidos ganados: 13
Partidos empatados: 4
Partidos perdidos: 2
Efectividad: 75%
Goles a favor: 29
Goles en contra: 13
Diferencia: +16




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Goleadores
1. Diego Buonanotte: 9 goles
2. Radamel Falcao García: 6 goles
3. Matías Abelairas: 5 goles
4. Sebastián Abreu: 2 goles
Alexis Sánchez: 2 goles
5. Paulo Ferrari: 1 gol
Cristian Nasuti: 1 gol
Rodrigo Archubi: 1 gol
Ariel Ortega: 1 gol
Cristian Villagra: 1 gol
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Presencias
1. Juan Pablo Carrizo: 18 partidos (1710 minutos)
2. Matías Abelairas: 176 partidos (1430 minutos)
3. Diego Buonanotte: 17 partidos (1186 minutos)
Sebastián Abreu: 176 partidos (1186 minutos)
5. Alexis Sánchez: 17 partidos (1010 minutos)
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Los más campeones
1. Ariel Ortega: 7 títulos (Apertura 1991/93/94/96, Clausura 2002/08 y Copa Libertadores 1996)
2. Oscar Ahumada: 3 títulos (Clausura 2003/04/08)
3. Juan Pablo Carrizo: 2 títulos (Clausura 2002*/08) *Fue parte del plantel pero no jugó
Eduardo Tuzzio: 2 titulos (Clausura 2004/08)
Cristian Nasuti: 2 títulos (Clausura 2004/08)
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FIXTURE APERTURA 2008

Primera Fecha (10 de agosto)
San Martín de Tucumán - Huracán
Racing - Lanús
Gimnasia y Esgrima La Plata – Newell´s
Boca - Gimnasia y Esgrima de Jujuy
Colón - River
Rosario Central - Estudiantes
Banfield - Godoy Cruz
San Lorenzo - Tigre
Arsenal - Argentinos Juniors
Vélez - Independiente


Segunda Fecha (17 de agosto)
Tigre - Arsenal
Godoy Cruz - San Lorenzo
Estudiantes - Banfield
River - Rosario Central
Gimnasia de Jujuy - Colón
Newell´s - Boca
Lanús - Gimnasia La Plata
Huracán - Racing
Independiente - San Martín de Tucumán
Argentinos Juniors - Vélez


Tercera Fecha (24 de agosto)
San Martín de Tucumán - Argentinos Juniors
Racing - Independiente
Gimnasia La Plata - Huracán
Boca - Lanús
Gimnasia de Jujuy – Newell´s
Rosario Central - Colón
Banfield - River
San Lorenzo - Estudiantes
Arsenal - Godoy Cruz
Vélez - Tigre


Cuarta Fecha (31 de agosto)
Tigre - San Martín de Tucumán
Godoy Cruz - Vélez
Estudiantes - Arsenal
River - San Lorenzo
Colón – Newell´s
Rosario Central - Banfield
Lanús - Gimnasia de Jujuy
Huracán - Boca
Independiente - Gimnasia La PLata
Argentinos Juniors - Racing


Quinta Fecha (14 de septiembre)
San Martín de Tucumán - Godoy Cruz
Racing - Tigre
Gimnasia La Plata - Argentinos Juniors
Boca - Independiente
Gimnasia de Jujuy - Huracán
Newell´s - Lanús
Banfield - Colón
San Lorenzo - Rosario Central
Arsenal - River
Vélez - Estudiantes


Sexta Fecha (miércoles 17 de septiembre)
Tigre - Gimnasia La Plata
Godoy Cruz - Racing
Estudiantes - San Martín de Tucumán
River - Vélez
Colón - Lanús
Rosario Central - Arsenal
Banfield - San Lorenzo
Huracán – Newell´s
Independiente - Gimnasia de Jujuy
Argentinos Juniors – Boca


Séptima Fecha (21 de septiembre)
San Martín de Tucumán - River
Racing - Estudiantes
Gimnasia La Plata - Godoy Cruz
Boca - Tigre
Gimnasia de Jujuy - Argentinos Juniors
Newell´s - Independiente
Lanús - Huracán
San Lorenzo - Colón
Arsenal - Banfield
Vélez - Rosario Central


Octava Fecha (28 de septiembre)
Tigre - Gimnasia de Jujuy
Godoy Cruz - Boca
Estudiantes - Gimnasia La Plata
River - Racing
Colón - Huracán
Rosario Central - San Martín de Tucumán
Banfield - Vélez
San Lorenzo - Arsenal
Independiente - Lanús
Argentinos Juniors – Newell´s



Novena Fecha (5 de octubre)
San Martín Tucumán - Banfield
Racing - Rosario Central
Gimnasia La Plata - River
Boca - Estudiantes
Gimnasia de Jujuy - Godoy Cruz
Newell´s - Tigre
Lanús - Argentinos Juniors
Huracán - Independiente
Arsenal - Colón
Vélez - San Lorenzo


Décima Fecha (19 de octubre)
Tigre - Lanús
Godoy Cruz – Newell´s
Estudiantes - Gimnasia de Jujuy
River - Boca
Colón - Independiente
Rosario Central - Gimnasia La Plata
Banfield - Racing
San Lorenzo - San Martín de Tucumán
Arsenal - Vélez
Argentinos Juniors - Huracán


Undécima Fecha (26 de octubre)
San Martín de Tucumán - Arsenal
Racing - San Lorenzo
Gimnasia La Plata - Banfield
Boca - Rosario Central
Gimnasia de Jujuy - River
Newell´s - Estudiantes
Lanús - Godoy Cruz
Huracán - Tigre
Independiente - Argentinos Juniors
Vélez - Colón


Duodécima Fecha (miércoles 29 de octubre)
Tigre - Independiente
Godoy Cruz - Huracán
Estudiantes - Lanús
River – Newell´s
Colón - Argentinos Juniors
Rosario Central - Gimnasia de Jujuy
Banfield - Boca
San Lorenzo - Gimnasia La Plata
Arsenal - Racing
Vélez - San Martín de Tucumán


Decimotercera Fecha (2 de noviembre)
San Martín de Tucumán - Colón
Racing - Vélez
Gimnasia La Plata - Arsenal
Boca - San Lorenzo
Gimnasia de Jujuy - Banfield
Newell´s - Rosario Central
Lanús - River
Huracán - Estudiantes
Independiente - Godoy Cruz
Argentinos Juniors - Tigre


Decimocuarta Fecha (9 de noviembre)
San Martín de Tucumán - Racing
Godoy Cruz - Argentinos Juniors
Estudiantes - Independiente
River - Huracán
Colón - Tigre
Rosario Central - Lanús
Banfield – Newell´s
San Lorenzo - Gimnasia de Jujuy
Arsenal - Boca
Vélez - Gimnasia La Plata


Decimoquinta Fecha (16 de noviembre)
Tigre - Godoy Cruz
Racing - Colón
Gimnasia La Plata - San Martín de Tucumán
Boca - Vélez
Gimnasia de Jujuy - Arsenal
Newell´s - San Lorenzo
Lanús - Banfield
Huracán - Rosario Central
Independiente - River
Argentinos Juniors - Estudiantes


Decimosexta Fecha (23 de noviembre)
San Martín de Tucumán - Boca
Racing - Gimnasia La Plata
Estudiantes - Tigre
River - Argentinos Juniors
Colón - Godoy Cruz
Rosario Central - Independiente
Banfield - Huracán
San Lorenzo - Lanús
Arsenal – Newell´s
Vélez - Gimnasia de Jujuy


Decimoséptima Fecha (30 de noviembre)
Tigre - River
Godoy Cruz - Estudiantes
Gimnasia La Plata - Colón
Boca - Racing
Gimnasia de Jujuy - San Martín de Tucumán
Newell´s - Vélez
Lanús - Arsenal
Huracán - San Lorenzo
Independiente - Banfield
Argentinos Juniors - Rosario Central


Decimoctava Fecha (7 de diciembre)
San Martín de Tucumán – Newell´s
Racing - Gimnasia de Jujuy
Gimnasia La Plata - Boca
River - Godoy Cruz
Colón - Estudiantes
Rosario Central - Tigre
Banfield - Argentinos Juniors
San Lorenzo - Independiente
Arsenal - Huracán
Vélez - Lanús


Decimonovena Fecha (14 de diciembre)
Tigre - Banfield
Godoy Cruz - Rosario Central
Estudiantes - River
Boca - Colón
Gimnasia de Jujuy - Gimnasia La Plata
Newell´s - Racing
Lanús - San Martín de Tucumán
Huracán - Vélez
Independiente - Arsenal
Argentinos Juniors - San Lorenzo

UNA HISTORIA MILLONARIA

Fundación

River Plate, se fundó el 25 de mayo de 1901 en el barrio de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires. Los primeros socios fundadores fueron trabajadores y empleados de la carbonera "Wilson", que se reunían todos los domingos para almorzar y luego practicar fútbol. A principios de ese año ya tenían intenciones de fundar un club que se llamaría "Santa Rosa" (ya que era 30 de Agosto). El 25 de mayo de 1901 se reunieron con los jugadores de otro equipo amateur denominado "La Rosales" con el propósito de fundar "un verdadero club de fútbol".Después de discutir varias propuestas, deciden llamarlo "River Plate". Aparentemente porque uno de los socios (Martínez), había visto a unos marineros dejar de lado unos cajones, con la inscripción "The River Plate". Ese mismo día firmaron el acta de fundación, y decidieron nombrar como primer presidente a Leopoldo Bard, que también era jugador del club.




La banda roja

Una noche, un carnaval que se había organizado estaba llegando a su fin. En un viejo auto que ahí estaba, colgaba de su parte trasera desprolijamente una cinta roja de seda. Cinco chicos, entre ellos Elisa Pecile, decidieron robarla como una de sus tantas travesuras. Pero tenía un motivo, que era colocarle un detalle de color a la camiseta blanca que hasta ese momento identificaba al equipo. La cruzaron diagonalmente, sujetada con alfileres, y así nació la conocida camiseta de River Plate.

Era amateur (1901 - 1930)

La primera cancha que tuvo River estaba ubicada del lado este de la Dársena Sud del puerto de Buenos Aires.
El 30 de abril de 1905, luego de asociarse a la denominada "Football Association", River debuta oficialmente en la tercera división, perdiendo 3 a 2 contra "Facultad de Medicina". El 7 de mayo logra su primera victoria, imponiéndose a "Gral. Belgrano ''A" por 4 a 3. El 9 de julio sufre una de las dos peores derrotas de su historia, cayendo 10 a 1 ante Gimnasia y Esgrima de La Plata. A pesar de tener una mala campaña, asciende a Segunda División por una reestructuración.
Una vez obtenido el ascenso a segunda división, River se mantuvo en esa categoría durante 3 años (1906, 1907 y 1908). El 13 de diciembre de 1908 River Plate disputa el ascenso a primera división venciendo a Racing Club por 2 a 1. Pero el partido es impugnado por Racing y debió jugarse nuevamente el 27 de diciembre, ganándolo River por 7 a 1 y obteniendo de esta manera su ascenso a la primera división argentina, categoría en la que se mantuvo hasta la actualidad.
El debut de River en primera división fue el 2 de mayo de 1909, derrotando de local a Argentino de Quilmes por 5 a 0. En 1912 realiza su peor campaña en el amateurismo, finalizando último con 3 victorias, un empate y 6 derrotas, salvándose del descenso porque hubo una reestructuración en la Asociación del Fútbol Argentino. El 18 de agosto de 1912, Belgrano Athletic Club derrota a River 10-1, igualando la peor derrota en la historia, sufrida ante Gimnasia en 1905.
A lo largo de toda su historia Boca encontraría en River Plate (1901) a su rival clásico. Los dos equipos se formaron en La Boca y ambos reconocían explícitamente su herencia genovesa: River tomando los colores de su casaca de la bandera de Génova y Boca Juniors. En el futuro cada enfrentamiento entre los dos principales equipos del fútbol argentino paralizaría al país, dividiendo sus simpatías entre ambos, hasta alcanzar la categoría de "superclásico del fútbol argentino". El clásico Boca-River ha sido considerado como uno de los cincuenta mejores espectáculos deportivos del mundo. El primer enfrentamiento oficial entre ambos equipos se concretó el 24 de agosto de 1913, en el torneo de Primera División, en cancha de Racing, ganando River 2-1. Basados en tradiciones orales, algunos historiadores proponen la existencia anterior de partidos no registrados.
En la era amateur River Plate solamente pudo salir campeón una vez. Fue en el torneo de 1920 (aunque el partido final se disputó el 9 de enero de 1921). River le ganó a Quilmes por 2 a 0, y de esta manera obtuvo el primer campeonato de su historia. No sería para nada destacada la actuación de River en los años posteriores, apenas dos subcampeonatos en 1921 y 1922 fueron sus campañas destacadas.

Era profesional (1931 - hasta la actualidad)

Aunque durante el amateurismo River Plate había crecido como institución, esto no pudo plasmarse en grandes resultados deportivos; todo lo contrario sucedería en la era profesional.
El primer campeonato profesional del fútbol argentino se jugó en el año 1931, donde River finalizó en tercer lugar.

Con la compra de Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra en cifras extraordinarias, River revolucionó el mercado de pases de la época, ganándose el apodo de "Los Millonarios". En 1932 River formó un gran equipo, y finalizó el torneo igualando la primera posición junto con Independiente. En esa última fecha ocurrió algo insólito. Independiente recibía a Racing en la última fecha y de entrada quedó en desventaja aunque igualmente podía dar la vuelta olímpica, ya que al comenzar la fecha llevaba un punto de ventaja y además River también estaba perdiendo con San Lorenzo. Entonces con el título asegurado Independiente reguló sus fuerzas y no se esforzaba en buscar la igualdad. Cuenta la historia que por entonces, sin radios portátiles, los resultados de las otras canchas únicamente se podían seguir a través de los tableros que la revista "Alumni" instalaba en cada estadio. El encargado de colocar los resultados en Alsina y Cordero resultó ser hincha de River y prefirió ocultar la verdad: hacía varios minutos que los millonarios habían empatado. Los jugadores del Rojo miraban el tablero de reojo y con el silbato final se fundieron en fuertes abrazos creyéndose campeones. En ese instante, el encargado del tablero puso el gol de River. Los jugadores e hinchas del Rojo no daban crédito a lo que acababa de suceder y se generaron incidentes. De esta manera River e Independiente quedaron igualados en lo más alto de la tabla. El partido desempate lo ganó River por 3 a 0, adjudicándose su primer campeonato del profesionalismo.
La primera victoria de River contra su clásico rival Boca Juniors en la era profesional, fue en la última fecha del campeonato de 1933. River ganó por 3 a 1 y de esta manera le impidió a Boca consagrarse campeón.
Con grandes jugadores como José Manuel Moreno y Adolfo Pedernera, y con la adquisición de José María Minella, River logra el primer bicampeonato de su historia, en 1936 y 1937.
En mayo de 1938 River Plate inaugura oficialmente el "Estadio Monumental", con un partido entre River y Peñarol de Uruguay, donde River se impuso por 3 a 1.
La década del 40 es considerada una de las mejores épocas futbolísticas de River Plate. Con un equipo fabuloso salió bicampeón en 1941 y 1942. En 1943 terminó como subcampeón, resultando Labruna el goleador de ese año con 23 tantos. Por esta época la delantera de River parecía invencible, por lo que recibió el nombre de "La Máquina". La misma estaba formada por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau. En 1945 River se convierte nuevamente en campeón, destacándose Labruna (otra vez goleador del torneo con 25 tantos) y el volante central Néstor Rossi, adquirido en 1944. En 1947 River se consagra nuevamente campeón, destacándose el delantero Alfredo Di Stéfano (surgido de las inferiores de club), que con sus 27 tantos se convierte en el goleador del torneo. Con este campeonato River cerró uno de sus mejores ciclos.

En la década del 50 River logró 5 títulos. Obtiene otro bicampeonato en 1952 y 1953, donde se destacaron los ya nombrados Labruna y Loustau y algunas figuras nuevas como el arquero Amadeo Carrizo o el delantero uruguayo Walter Gómez, adquirido en 1950. River sale campeón en 1955, 1956 y 1957, logrando el primer tricampeonato de su historia. Aparte de las figuras del último bicampeonato, se destaca la actuación de un nuevo jugador surgido de la cantera riverplatense, Enrique Omar Sívori. El 12 de octubre de 1959 Ángel Labruna, uno de los más grandes ídolos riverplatenses, se retiró del fútbol profesional a los 41 años, con 293 goles en 514 partidos.
En la década del 60 River no logró ningún campeonato, inaugurando la peor época de la historia del club, con una sequía de títulos que duraría 18 años, hasta mediados de los 70. En el año 1968, durante un partido que enfrentaba a River y Boca, se produjo la tragedia más grande del fútbol argentino cuando después de una avalancha humana, 71 personas murieron asfixiadas y 66 resultaron heridas. A fines de ese 1968 se retira el jugador que más partidos jugó en la primera del club, el arquero Amadeo Carrizo, con la cifra record de 521 partidos.
La década del 70 se inició con el subcampeonato del Torneo Metropolitano de 1970. En 1972 se logra el subcampeonato del Torneo Nacional. En 1975 asumió como director técnico Ángel Labruna, que con un buen equipo y la figura goleadora de Oscar Pinino Más, logró que River ganara el campeonato Nacional y el torneo Metropolitano y cortar la racha de 18 años sin títulos. En 1977 River se consagró campeón del Torneo Metropolitano, durante el cual se destacó el defensor Daniel Passarella. Como hecho notable, River se aseguró el primer puesto en la cancha de su máximo rival, Boca Juniors, al imponerse 2 a 1, consagrándose campeón en la fecha siguiente derrotando por 4-2 a Ferro en el Estadio de Huracán. Durante 1978 River aportó 5 futbolistas (Ubaldo Fillol, Leopoldo Luque, Daniel Passarella, Oscar Ortiz y Norberto Alonso) al plantel de la selección nacional que ganó la Copa del Mundo que ese año se disputó en Argentina. También salió subcampeón del Torneo Nacional de ese año, perdiendo la final con Independiente. En 1979 River salió campeón en los torneos Nacional y Metropolitano. En 1980 ganó el torneo Metropolitano, logrando así el segundo tricampeonato de la historia del club. Norberto Alonso fue una de las figuras riverplatenses de esos años.
En 1981 River contrató a Mario Alberto Kempes, Julio Olarticoechea y Américo Gallego, formando un gran equipo que logró el campeonato Nacional de ese año. En 1983 River tuvo la peor campaña de su historia, salvándose del descenso debido a que la AFA instaura el sistema de descenso por promedio, que sigue vigente en la actualidad. Al poco tiempo, River adquirió nuevas figuras como el delantero uruguayo Enzo Francescoli, Oscar Ruggeri y Nery Pumpido, logrando el campeonato de 1985/86, destacándose Francescoli como goleador. En 1986 River ganó la primera Copa Libertadores de su historia contra América de Cali (Colombia). En diciembre de ese mismo año venció en Tokio (Japón) al Steaua Bucarest de Rumania por 1 a 0, ganando la Copa Intercontinental. En 1987 logró la Copa Interamericana ante la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica. Tiempo después River salió campeón del torneo de 1989/90 con Daniel Passarella como entrenador, y destacándose como figuras Leonardo Astrada, Gustavo Zapata, Héctor Enrique, Juan José Borreli y el uruguayo Rubén Da Silva.

La década del 90 fue en la que más títulos ganó River, destacándose sus divisiones inferiores, en las cuales surgieron grandes jugadores. En 1991 River logró el campeonato Apertura de ese año. En 1993, con varios jugadores provenientes de sus divisiones inferiores (como por ejemplo Ariel Ortega) River obtuvo nuevamente el Campeonato Apertura. En 1994, luego de la vuelta de Francescoli, y con la dirección técnica de Américo Gallego, River ganó el Apertura de manera invicta (la única vez en su historial), con doce triunfos y siete empates. Se aseguró la conquista del título al derrotar a su rival de siempre en la Bombonera por 3 a 0. En 1996 Ramón Ángel Díaz tomó la conducción de River. Ganó la Copa Libertadores de América disputando la final contra América de Cali, al cual derrotó en el Monumental por 2 a 0. Los goles los hizo el por entonces juvenil Hernán Crespo. También ganó el Apertura pero en diciembre perdió la Copa Intercontinental con el Juventus de Italia por 1 a 0. En 1997 con figuras como el chileno Marcelo Salas, Enzo Francescoli, Juan Pablo Sorín y Marcelo Gallardo, obtuvo el Clausura y el Apertura (logrando junto al Apertura 96 el tercer tricampeonato de su historia). También por la final de la Supercopa de 1997 vence a São Paulo FC de Brasil, por 2 a 1 con dos goles de Salas, convirtiéndose así en el primer equipo de su país en ganar en forma simultánea un título nacional y otro sudamericano. En 1999 con nuevas figuras como Pablo Aimar y Javier Saviola, River ganó el torneo Apertura. En el año 2000, con el colombiano Juan Pablo Ángel, Pablo Aimar y Javier Saviola como figuras, River logró un nuevo bicampeonato al ganar el torneo Clausura.

El 25 de mayo de 2001 River Plate festejó sus 100 años de existencia, con una enorme marcha, llamada "Caravana Monumental". Este sería un año sin títulos para River, pero recordado por haber jugado juntos los denominados "Cuatro Fantásticos" (los delanteros Saviola, Aimar, Ángel y Ortega). En el año 2002, con la vuelta de Ariel Ortega y con figuras juveniles como Andrés D'Alessandro y Fernando Cavenaghi, River Plate logró el torneo Clausura. En 2003 River ganó el torneo Clausura, dirigido por el chileno Manuel Pellegrini y con un equipo integrado por figuras como Leonardo Astrada (el jugador más ganador del club y que se retiró al finalizar el torneo), Andrés D'Alessandro, Fernando Cavenaghi y Martín Demichelis. En ese mismo año River perdió la final de la Copa Sudamericana frente al modesto Cienciano de Perú, provocando la renuncia del técnico. En el año 2004, con Leonardo Astrada como técnico, logró de nuevo el torneo Clausura, en lo que fue su trigésimo segundo campeonato local en el profesionalismo. En 2005 River tuvo una campaña regular en los campeonatos locales, pero dejando una buena imagen en el terreno internacional, siendo uno de los hechos más destacados la llegada a semifinales de la Copa Libertadores, donde sería eliminado por el posterior campeón, el San Pablo brasileño. Astrada presentó la dimisión debido a malos resultados, y lo remplazó Reinaldo Merlo, que renunció por problemas con el plantel en enero de 2006. Entonces asumió Daniel Passarella como DT del equipo, y con figuras juveniles como Gonzalo Higuain y veteranos como Marcelo Gallardo y Ariel Ortega, logró el 3º puesto en los dos torneos y llegó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, siendo eliminado por Libertad de Paraguay. El año no fue bueno para la institución. Acabó 4º en el torneo Clausura y 14º en el Apertura, siendo el primer equipo que pierde con los cuatro recién ascendidos de segunda división. Además, fue eliminado en primera fase de la Copa Libertadores, tras perder los dos partidos contra el Caracas, lo que convirtió a este último en el primer equipo venezolano que consigue triunfar en Argentina. También ese año llegó a las semifinales de la Copa Sudamericana, siendo eliminado por Arsenal de Sarandí, al empatar los dos partidos en 0 y perder 4-2 en los penales. Tras este partido dimitió Daniel Pasarella. En 2008 asumió Diego Simeone, con el que llegó hasta los octavos de final en la Copa Libertadores, instancia en la que fue eliminado por San Lorenzo, y consiguió su trigésimo tercer título local, al consagrarse ganador del Torneo Clausura 2008 una fecha antes de su terminación y con el juvenil Diego Buonanotte como goleador del equipo con 9 tantos.